lunes, 27 de febrero de 2012

Cheshire cat...

Suena el despertador a la misma hora de siempre. Me levanto. Me lavo. Me visto. Salgo de casa a la misma hora de siempre. Cojo el mismo bus de siempre. Saludo al mismo conductor de siempre. "Hola". Pico el billete. PIP! Me siento en el mismo asiento de siempre. Me pongo mi música.

Y me duermo.

Me despierto en el mismo punto de siempre. Me bajo en la misma parada de siempre. Entro en el metro. Pico el billete. PIP! Bajo al anden. Me paro en el mismo punto de siempre. Espero el metro de siempre. Entro por la misma puerta de siempre.

. . .

Espera, hay algo que no cuadra, algo que no debería estar ahí. El gato. Nunca hay un gato. ¿Qué pinta un gato en un metro? Me está mirando. ¿Me está mirando? Miro alrededor. Nadie parece advertir que hay un gato blanco y negro, y de ojos amarillos, ocupando un asiento del metro... Todos están muy ocupados en sus cosas, nadie mira a nadie, solo yo. Todo esto es muy raro.

¡Mi parada!

¡Mi parada de siempre! Me bajo y salgo por donde siempre. Camino el trayecto de siempre. Entro a la universidad por donde entro siempre y me voy al patio de siempre.

¡No puede ser! ¡Ahí está otra vez!

Y me sigue mirando. ¿Me sonríe? ¿Sonríen los gatos? Se va. ¿Le sigo? Tengo 20 minutos antes de empezar las clases. ¿Le sigo o desayuno, como siempre? 20 minutos. Le sigo.

Camino y camino. ¿Por donde va este gato? Me estoy volviendo loca, persiguiendo gatos en una universidad llena de gatos. ¿Donde hemos llegado? A mi esto no me suena de nada. ¿Como puede ser que no sepa donde estoy? Miro el reloj. Parado. Definitivamente me he vuelto loca. ¡Mierda! que pierdo a este maldito gato. Le he visto doblar esa esquina.

¿Pero qué? ¡Desapareció! Pero, ¿por donde? Esto parece ser un callejón sin salida y aquí solo hay un mimo.

"Perdona, ¿has visto un gato?"

Sí, sin duda alguna me he vuelto loca. Le estoy preguntando a un mimo, que evidentemente no me contestará porque los mimos no hablan, que me he encontrado perdido en algún lugar de los patios de la universidad por un gato que he visto en el metro! ¡Por el amor de Dios, debería estar en clase! Vaya pérdida de tiempo...

"¿Un gato? No, aquí solo estoy yo... Y tu... Aquí solo estamos nosotros"

Al girarse veo que tiene los ojos amarillos. Loca, total y rematadamente loca.

"Bueno, yo... esto... me voy. Tengo prisa. Un placer conocerte, supongo"

"Prisa. En los últimos tiempos todo el mundo tiene prisa. Nadie se fija en nadie más que en si mismo, solo se preocupan por su propia persona. Así va el mundo. Así va todo."

Ya no quería irme.

"Todas las carreras, todas las prisas, por coger el metro o el autobús cuando a los 5 minutos vuelve a pasar, todo esto es absurdo! Nos pasamos la vida intentando exprimir la vida, sin darnos cuenta que la dejamos pasar."

Tanta razón... ¿Quien eres?

"Hahahahaha! Yo soy el tiempo. Yo soy las vivencias perdidas. Yo soy la vida. Y no sabes la de cosas que se pierde la gente mientras intenta no perder el tiempo."

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